Hasta otro viaje, profes estudiantes.

Bienvenidos, viajeros, a mi última entrada del blog (dentro de las actividades del curso, porque para alguien que gusta de escribir esto es...el paraíso).

Quiero iniciar esta entrada narrando lo sucedido en este último tramo del viaje-curso.

Para mi fortuna, conocía la página Educaplay y las posibilidades que ofrece, ya que el año pasado en mi última práctica y residencia universitaria realizamos una evaluación a través de un rosco, en el área de Lengua con niños de quinto grado, logrando una participación masiva (ya que se trataba de un grupo con un bajo porcentaje de asistencia a clases, especialmente en momentos de examen). Por lo que en esta ocasión no presentó grandes dificultades en la resolución de la actividad, pero sí descubrí que hay muchas más opciones de juegos para crear y que todos estos presentan opciones de personalización, pudiendo adaptarlos a las distintas situaciones áulicas.

Lo más rico en este módulo fue poder acceder a material escrito y multimedial sobre la incorporación de las TIC en prácticas pedagógicas, que me permitirá llevarlas a mis planificaciones y al aula con mis alumnos, en la medida que el equipamiento escolar lo permita. También me quedo con material y muchas opciones para buscar más información sobre narrativa transmedia y salas de escape, que me gustaría aplicar en un futuro, pensando en un proyecto interdisciplinario en la primaria.

También considero importante destacar el uso de Paddlet, ya que es una página a la que no le podía encontrar demasiada utilidad, o al menos eso creía. Pero tras el encuentro sincrónico y la resolución de la actividad del módulo 3, he podido familiarizarme más con la misma y entender su funcionalidad, sus opciones y el potencial que tiene para llevarlo al aula (aunque puede que no con mis alumnos actuales, ya que son pequeños).

Considero a la coevaluación una herramienta sumamente potente y valiosa para que cada estudiante sea capaz de ser crítico y respetuoso con el otro, y a su vez sea capaz de reflexionar sobre los propios procesos de aprendizaje. La evaluación debe constituir una instancia más de aprendizaje, y someter a una mirada crítica lo que sé y puedo aprender de otros lo permite. También el hecho de poder contar con una rúbrica que oriente, dejando en claro la intencionalidad de la evaluación. Por lo que considero una estrategia sumamente interesante y una instancia reflexiva excelentemente aplicada.

Ya terminando este viaje empiezo a preparar y guardar todo lo que saqué de mi mochila y utilicé en el recorrido. También sumo a mi equipaje todo lo nuevo que he aprendido y ganado en el camino (y suerte que esta maleta no tiene fondo).

El último tramo del viaje supo tornarse, por momentos, más “movidito” que en el inicio. Y no negaré que en algún momento pensé en qué me había metido, si tengo tanto para hacer. Pero, definitivamente, como en cualquier viaje vuelvo al puerto cargada de la emoción de recordar todo lo que experimenté y compartir con todos lo maravillosa que fue mi aventura, y convencerlos de hacerlo porque viajar (aunque sea de manera virtual y asincrónica) es nutrirse, aprender y experimentar. Y es lo que he hecho en este curso.

He aprendido más sobre mí y mis procesos de aprendizaje. También aprendí a sumergirme en el universo de las TIC, a entender su organización, cómo se entrecruzan, cómo influyen en nuestras vidas y, lo mejor de todo, la importancia y beneficios de sacarles provecho al llevarlas al aula; también la importancia de entender la forma en que los alumnos aprenden y de tener en cuenta sus intereses.

Llevo conmigo un pequeño souvenir, a modo de muestra, de todo lo que se puede crear; he conocido académicos que comparten experiencias y sugerencias para la inclusión de las TIC en las prácticas pedagógicas; también he abierto un poquito la puerta a las distintas herramientas que puedo incorporar en mis clases. Y sin dudas, una gran dosis de interés por seguir aprendiendo sobre las TIC con el objetivo de generar prácticas pedagógicas más fructíferas y de calidad.

También me queda un sinsabor, pensando en mi experiencia en distintas escuelas primarias, de lo utópico que puede parecer la incorporación de las TIC en el aula teniendo en cuenta las dificultades que enfrenta el Sistema educativo y de todas las problemáticas que tienen lugar en las escuelas. Sin embargo, no merma el deseo y la motivación de seguir apostando por una Educación inclusiva y de calidad.

Y por esto es que anhelo nuevas instancias de formación sobre las TIC, aunque luego reniegue de mi falta de tiempo.

Antes de despedirme, comparto con ustedes Mi Rosco de Tendencias Metodológicas y el enlace a una serie de Webinars de Educación a Distancia, que explica la función y uso de muchas herramientas de las TIC para incorporar en el aula.

Hasta otro viaje, profes estudiantes.

 

Andrea.